09 Sep Niños
Publicado: 9 de septiembre de 2015
En su libro más conocido Eduardo Galeano escribió “120 millones de niños en medio de la tormenta…”
Politólogo Ernesto Nieto.
Setiembre de 1871- Ese año Juan Manuel Blanes no era aún el famoso pintor de ninguna patria. Exhibió en el antiguo teatro Colón su cuadro “Un Episodio de Fiebre Amarilla en Buenos Aires”. La muerte de una mujer joven ocupa el centro de la escena al igual que los médicos que llegan a la habitación sucia, entreverada y oscura. Un bebé de pecho busca su fuente de alimentación en el cuerpo inerte de su madre. Otro niño, de unos 11 o 12 años se mantiene expectante y nervioso. Descalzo, observa a los galenos de gesto adusto. Tiempos del comienzo de la transición al proceso “civilizatorio” la obra hizo famoso a Blanes porque como nadie en ese momento retrató el espanto de la muerte de la mano de la fiebre. Un bebé y un niño, ambos ya sin madre, sensibilizaban aún más la percepción de la obra. Los niños sin madre, y sin padre, siguen buscándolos como pueden por este mundo.
8 de Junio de 1972- La foto de la niña Kim Phuc conmueve al mundo. Es una de las miles de víctimas de las bombas de Napalm que los EEUU arrojan como racimos sobre Vietnam. La niña fue quemada apenas en una manga de su vestido, pero el producto altamente inflamable hizo que toda su ropa ardiera de forma inmediata. Mientras corría desnuda por las calles gritaba “quema, quema”. La guerra todavía siguió un tiempo más. Millones fueron los muertos vietnamitas, de ellos una enorme cantidad de niños fueron enterrados y otros tantos tuvieron consecuencias permanentes. Cuando esto pasó quien esto escribe llevaba 6 días respirando en este mundo. La niña, desnuda, sigue llorando por las calles, aunque haya podido sobrevivir.
26 de marzo de 1993- El diario The New York Times publicó la foto de un niño sudanés absolutamente desnutrido con un buitre a su costado, esperando. El fotógrafo Kevin Carter recibe por esa foto el premio Pulitzer. Muchos años después se sabe que el niño sobrevivió temporalmente a la hambruna. También se supo que se llamaba Kong Nyong, y que había sobrevivido hasta los 22 años. Su muerte no fue por hambre, su madre contó que fue por fiebre. El buitre sigue aleteando sobre millones de niños subalimentados en Sudán, en buena parte de África y en regiones enteras del mundo.
2 de Julio de 2002- En un campo de refugiados Palestinos en las afueras de Belén un niño, del que quizás ya nunca sepamos su nombre, arremete contra un tanque de guerra Israelí lanzándole piedras. La imagen también conmueve al mundo, y si bien el fotógrafo Musa Al Shaer nunca recibió premios por ella, la misma sensibilizó a buena parte del mundo que conoció de manera impactante el drama Palestino y la forma en que David y Goliat seguían peleando en el siglo XX, solo que con el resultado lógico y no el de la leyenda. Los niños Palestinos, y los de muchas tierras siguen arremetiendo contra los invasores, con piedras, con escupidas, con lo que tienen a mano.
2 de Setiembre de 2015- La televisión global, las redes sociales y toda nuestra tecnología de hiper comunicación muestra el cuerpo del bebé Alan Kurdi muerto en la orilla de una playa. En el viaje al otro mundo lo acompañaron su hermano Galip de 5 años, y su mamá Rehan. La familia escapaba como podía de la guerra, genocidio, exterminio, o como le queramos decir a lo que está ocurriendo en Siria desde hace años. La playa de Turquía fue su última cuna. La diosa de aquellos mares le dio su último canto para arroparlo y despedirlo. Quizás también para decirle que su paso por este mundo no ha sido en vano. O simplemente para abrazarlo despacito y darle un beso tierno en su mejilla. Mientras tanto, los Estados siguen pensando en cuántos refugiados recibir, y bajo qué condiciones o no aceptarlos.